En español
El sitio arqueológico Zoko Andi 1 (partido de Patagones, provincia de Buenos Aires) fue utilizado por grupos cazadores-recolectores con fines domésticos y mortuorios durante parte del Holoceno tardío (ca. 1500-400 años AP). Las excavaciones en la cima de la duna revelaron la existencia de fardos funerarios y huesos humanos aislados en un contexto estratigráfico datado en ca. 1400 años AP. Se identificaron modalidades de tipo secundario, disposición y primario. Se reconoció un número mínimo de trece individuos representados por ambos sexos y diversas edades de muerte (rango nonato-adulto). Los análisis tafonómicos indicaron que la acción de raíces, animales fosoriales, pisoteo y depositaciones químicas afectaron el registro bioarqueológico. No obstante, la contundente evidencia de manipulación de cuerpos (e.g., diferentes modalidades de entierro, huellas de corte, desarticulación y uso de pigmentos) indica que la actividad antrópica constituyó un factor clave en la estructuración del registro arqueológico. Se propone que en la cima de la duna tuvo lugar una intensa manipulación de cuerpos, preparación de fardos funerarios y entierros in situ. Esta información refuerza la propuesta de los complejos esquemas mortuorios previamente reconocidos para el área de estudio.
En inglés
The Zoko Andi 1 archaeological site (Patagones district, Buenos Aires province) was occupied by hunter-gatherer groups for domestic and mortuary purposes during part of the late Holocene (ca. 1500-400 years BP). Excavations at the top of the dune exposed burial bundles and isolated human bones in a stratigraphic context dated at ca. 1400 years BP. Secondary, the so-called “disposiciones” and primary burials modalities were identified. A minimum number of thirteen individuals represented by both sexes and a broad range of ages-at-death (unborn to adult) were recognized. Taphonomic analyses indicated that the action of roots, fossorial animals, trampling and chemical depositions affected the bioarchaeological record. However, the strong evidence of body manipulation (e.g., diverse burial modalities, cut marks, disarticulation and the use of pigments) indicates that anthropic activity was a key factor that modeled the archaeological record.
It is proposed that at the top of the dune there was an intense body handling, bundle preparation and further burial in situ. This information reinforces the scenario of complex mortuary schemes previously proposed for the study area.