“Seguimos leyendo a Freud”: Esta afirmación en realidad es una pregunta que se nos presenta cada año a la hora de pensar la selección de autores que consideramos significativos para abordar las nociones fundamentales del psicoanálisis. ¿Por qué Sigmund Freud? quién, si bien es conocido como el padre del psicoanálisis, resulta en la actualidad el destinatario de las más fundadas críticas que el colectivo feminista ha señalado en sus formulaciones, dejando traslucir una teoría sostenida en principios heteronormativos.
Sin apartarnos del espíritu crítico, la lectura de Freud nos resulta interesante porque tiene vigencia a la hora de fundamentar la existencia de un aparato psíquico que presenta manifestaciones en la conducta y en el padecimiento subjetivo.
El énfasis estará puesto en recuperar las condiciones de posibilidad, que, desde el paradigma positivista, sientan las bases para la emergencia de un problema: la etiología de la neurosis. Se abre la puerta, entonces, a una propuesta metapsicológica que inaugura rupturas con relación a un saber dominante hasta ese momento, el saber médico. A partir de la definición de lo inconsciente Freud se embarca en un viaje que lo lleva a teorizar sobre la sexualidad infantil, el complejo nuclear de la neurosis al que denomina complejo de Edipo, a la par que presenta un esquema del aparato psíquico, que más tarde reformulara para dar cuenta del funcionamiento de la psique.
Sin perder de vista los fundamentos sobre los que se asienta el psicoanálisis, que hoy incluso podrían funcionar como categorías culturales de la heteronormatividad, rescatamos que para la época resultaron superadoras en lo que concierne a la manera de percibir lo sexual, diferenciando el instinto de lo inconmensurable de la pulsión.
En este ensayo nos proponemos compartir aquellas nociones conceptuales de la obra freudiana que resultan significativas para explicar los fenómenos psicológicos.