Toda investigación realizada a partir de fuentes orales pretende, como cualquier otro método, la comprensión del pasado y del presente a través de la utilización de testimonios y recuerdos, considerando que son aspectos parciales y subjetivos de lo que se narra y se recuerda. Se trata de una reelaboración interactiva entre entrevistador y entrevistado, en la que uno básicamente escucha lo que el otro dice y lo recoge en un soporte audio o audiovisual para poderlo estudiar con detenimiento y servirse de él para sus investigaciones o a las de otros. Todo esto sucede sobre la base de una memoria selectiva y parcial (la del entrevistado o el hablante) que se trasmite desde el testimonio y que proporciona al investigador un buen material para analizar e interpretar.