El vaivén de una cosa a otra -de los signos de un sistema a los signos de otro, de conexiones que construyen un puente sintáctico entre los enunciados lingüísticos, de imágenes que reflejan las configuraciones en que se inspiran y promueven permutas semánticas sorprendentes- propaga por las obras expuestas una extraña polisemia, un semillero de sentidos en el que se gestan las más diferentes posibilidades de asociación y en el que lo ominoso prospera como por encanto. Hay momentos en que los objetos parecen repetirse y, en esa circunstancia, mi condición de transeúnte de la galería me hizo evocar un pasaje de Freud...
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)