A partir de 2016, la Escuela de Lenguas de la U.N.L.P. comenzó a implementar un cambio en la evaluación de los contenidos gramaticales impartidos en sus cursos, cambiando el foco del dominio del sistema a la habilidad de usar la lengua en contextos que se asemejen a las potenciales necesidades lingüísticas del alumno. Para poder tener una idea de la habilidad del alumno de usar la lengua más allá de la situación de examen, proponemos ahora tareas que nos permiten inferir la capacidad del alumno de extrapolar el conocimiento de la lengua a otros contextos.
Presentaremos el concepto de tarea en la evaluación y tomaremos ejemplos de exámenes anteriores y posteriores a 2016 para ilustrar la necesidad de este cambio y cómo las profesoras de la sección Jóvenes van dejando atrás actividades de uso de la lengua arraigadas en nuestras evaluaciones pero que ya no se corresponden con nuestros objetivos.
Si bien la dicotomía forma/uso en el diseño de tareas es un tema que se viene debatiendo hace años, en 2016 surgió en la Escuela la necesidad de señalar el creciente desfasaje entre el diseño de nuestros exámenes y nuestra práctica áulica. Creemos que esta nueva generación de exámenes puede servir para ir acortando progresivamente esta brecha.