El título de la obra sugiere una historia atrapante, algo como las aventuras de unos tipógrafos imprimiendo a escondidas volantes y periódicos en medio de un clima político que les fue hostil. El libro cuenta esas historias, pero también es bastante más. En primer lugar, porque el concepto clave que facilita la selección de los casos tratados se sustenta en la idea de imprentas itinerantes (in itinere), que refiere al movimiento, al empleo de las prensas en el tránsito de un lugar a otro, sin importar si la máquina propiamente dicha es un mimeógrafo o una minerva de gran porte. Lo itinerante no es —o no solo es—, entonces, lo portátil. En segundo lugar, porque la noción de itinerancia está asociada a tres dimensiones de análisis que fijan la atención en (1) las situaciones en las que trabajaron los operarios, (2) en las motivaciones que tuvieron y (3) en el tipo documental que compusieron. Asimismo, el arco diacrónico del estudio es generoso: se recuperan historias que transcurrieron entre los siglos XVIII a XX. Y dentro de los márgenes de lo que habitualmente se considera la cultura occidental, se privilegian acontecimientos ocurridos en los países centrales de Europa: Italia, España, Inglaterra y Francia, y se realizan algunas incursiones en los Estados Unidos y, también, se fija un interés en las misiones religiosas en el continente asiático, más exactamente en el Tíbet. Por último, en términos de fuentes documentales, el estudio recoge vestigios de los más variados: periódicos, correspondencias, diarios íntimos, entrevistas, biografías, novelas y una rica cantidad y diversidad de imágenes de los artefactos que fueron utilizados para la impresión.