Acaso el epílogo de este libro sea un buen punto de partida para esta reseña. Las reflexiones que desarrolla allí Osvaldo Barreneche, recorren de algún modo toda la obra y reúnen parte de las preocupaciones centrales que atraviesan actualmente los estudios históricos de policía. En esas líneas finales, el autor esgrime una suerte de balance de lo avanzado en el campo de estudios policiales en los últimos años y diseña una agenda de pendientes. A su vez, se adentra en el análisis de las dificultades para construir un objeto de estudio de legitimidad académica, en la vacancia de estudios en períodos escasamente explorados y el problema de archivos poco visitados, así como en la necesidad de nutrir un diálogo interdisciplinario más activo en el que los aportes desde la historia, para que contribuyan a la definición de una agenda de políticas públicas en materia de seguridad. Mas allá de la particularidad del contenido y del período que se ocupa el libro, enfocado en el proceso de transformación y profesionalización de la policía de la provincia de Buenos Aires entre los años 1930 y 1973, gran parte del trasfondo de las cuestiones que aquí se abordan, podrían perfectamente pensarse para otros casos y períodos. Quizás el hecho de que esta publicación sea el resultado de años de trabajo de Barreneche, así como cada una de sus partes el reflejo de puntos de arribo en su investigación sobre momentos puntuales de esa historia, explique la idea de que es una contribución para pensar sobrelos estudios de policía en general y no solo sobre su experiencia bonaerense.