Es interesante recordar que la frase que da título a esta obra tiende un puente intertextual con la musicología del siglo XIX, cuando se la aplicó a las obras de Wagner. Para Francine Masiello el título parece referirse a un borramiento de fronteras gracias a la óptica de la visión sesgada que presta la postmodernidad. En efecto, el borramiento de fronteras que Masiello propicia implica no sólo la consideración del best-seller junto a la alta literatura, sino especialmente la idea de abarcar un campo afín, como es el Cono Sur: especialmente las afinidades que se hacen patentes en las culturas vecinas (nunca vista juntas) de Argentina y Chile. Así sobresalen en este enfoque las similitudes de campo, más que sus invariancias.