La hipótesis que funciona como punto de partida es la siguiente: “al fracasar en su intento de emular a Sarmiento, fue Lugones quien cerró el modelo de intelectual decimonónico. Lo cerró trágicamente” (p. 15). La fecha del suicidio del escritor es una fecha política (dos días antes de la asunción del nuevo gobierno radical), como “el pulso de su vida y de su obra fue político” (p. 10). Esta hipótesis puede no presentarse como absolutamente novedosa, pero es evidente que no ha sido desarrollada más que en ciertos aspectos. De ahí que resulten significativas ciertas opciones metodológicas de López: la construcción de la imagen se aborda sobre todo a partir de la labor periodística (Lugones nunca fue un escritor profesional sino, a lo sumo, un periodista profesional, diría Gálvez), con un minucioso recorrido por sus colaboraciones en La Nación, mientras que los libros de preferencia no son los de ficción, sino aquellos en los que se evidencia su intención planificadora.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)