La implementación de la Ley de Cupo Femenino en Argentina incrementó la participación femenina en el Congreso Nacional pero no se ha visto reflejada en una distribución igualitaria del poder político. Este trabajo releva algunos de los obstáculos que, a casi tres décadas de la sanción de esa norma, todavía enfrentan las mujeres para influir en los procesos de toma de decisiones e indaga acerca de las razones de su permanencia en el tiempo. En particular, vincula esas limitaciones discriminatorias con los fundamentos liberales que tradicionalmente se han utilizado como justificación de las acciones afirmativas y la connotación sexual de la división entre las esfera pública y privada que ha primado en esa filosofía. Asimismo, considera a la nueva Ley de Paridad de Género como una oportunidad para repensar esos argumentos teóricos y ofrece como alternativa una perspectiva republicana con sustento en los pilares del autogobierno y la libertad como no-dominación.