Está terminando un nuevo año y parece ser el momento propicio para darnos un tiempo y reflexionar sobre lo que hicimos, lo que hacemos y lo que queremos hacer.
¿Que nos dejó el 2020? Haciendo una retrospectiva sobre el 2020, el sentimiento que me invade es de ambigüedad; son muchas las sensaciones y muchas de ellas son contradictorias. Lo primero que quiero destacar es mi respeto y mi más sincero acompañamiento a todas las personas que han sufrido directa o indirectamente la enfermedad, especialmente a aquellas vinculadas con nuestra Institución. Respecto a la actividad en la Facultad, estoy convencido que todos compartimos la percepción de haber logrado el objetivo que nos propusimos en el mes de marzo de “sostener el proceso educativo”, así como el que luego nos planteamos de “sostener la vida universitaria en su sentido más pleno”, con todas sus aristas y en todas sus dimensiones. Fue así que las actividades institucionales, de posgrado, de investigación, de transferencia y de extensión siguieron funcionando regularmente, al igual que las actividades administrativas.