Se vinculan los sentidos poéticos de Anunciaciones con los de derrota y resistencia, en Argentina, 1987. Estos núcleos se encuentran en la figura del oxímoron, en el sentido de que se expresa el profundo dolor desolado producido por una rendición, a la vez que la oposición a que aquella sea permanente. Hay un predominio de desesperanza pero emergen imágenes utópicas que pueden llegar a ser, en términos de Ernst Bloch, ya sea recuperando lo que fue derrotado como creando nuevas visiones y sensaciones. Es nítido el rechazo a ese mundo presente. Las visiones apocalípticas se multiplican en el pasado de genocidio y en el presente de ignominia ante el silencio, la pasividad, la desmemoria y la complicidad. Pero el Apocalipsis es una visión del fin catastrófico de los viejos tiempos y el anuncio de lo venidero por lo tanto sus imágenes son también anunciaciones, no beatíficas sino convulsionadas y perturbadoras. No hay referencias explícitas a la guerra revolucionaria del pasado en el que finalmente se instaló el genocidio. Hay constelaciones de palabras y figuras que remiten a ella y a veces -no siempre- derivan en una imagen femenina de la muerte. Algunos fragmentos amorosos de este largo poema pueden ser interpretados en clave alegórica como la muerte en contexto de guerra y destrucción