En el presente trabajo nos limitaremos a señalar dos aspectos problemáticos de la teoría de las imágenes del deseo, aquellos que, precisamente, la crítica de Adorno vuelve legibles. A la luz de sus objeciones, buscaremos determinar, en primer término, la estructura de esas imágenes, que se presentan como figuraciones o símbolos del deseo colectivo y el modo en que, a partir de ellas, Benjamin teje las relaciones entre mito y modernidad.
Una segunda parte, estará dirigida a mostrar la trama temporal compleja de estas imágenes. Para ello se intentará determinar en qué medida son históricas y no míticoarcaicas, como supone Adorno, y en qué consiste la historicidad específica del entrelazamiento de lo nuevo y lo antiguo que propone Benjamin.