Carlos Barros es bien conocido por los medievalistas argentinos, por sus estudios sobre la opresión señorial en Galicia (p.e. el derecho de pernada) y las luchas campesinas contra esa intolerable servidumbre (Barros, 1998). También es conocido, más allá del medievalismo, por crear e impulsar Historia a Debate, un movimiento iniciado en congresos internacionales celebrados en Santiago de Compostela (en 1993 y 1999), que hoy, gracias a Internet, es el canal de comunicación más importante de historiadores sociales hispano parlantes. Esto habla de sus intereses metodológicos e historiográficos, a los que ha dedicado una buena parte de sus publicaciones, y en este campo se inscribe el libro que ahora se reseña.
Su objetivo se enuncia en el título: el concepto de nación en Marx y Engels. Lo contrapone al que Stalin elaboró en 1913 (predominante en el movimiento comunista), y que definía a la nación como una comunidad estable, surgida de una comunidad de idioma, territorio, condiciones económicas y psicología. Contra esta concepción subjetivista (la economía era solo una parte más de los atributos), el autor mostrará la de Marx y Engels, que ponían en el centro las condiciones de producción. Estas no solo abarcan las relaciones de producción sino también elementos naturales, históricos y sociales, lo que implica tomar en cuenta la lucha de clases. Esto entraña por un lado el problema de desarrollar una teoría unificada de nación y clase, y por otro implica historizar el problema, porque esas condiciones de producción no son atemporales ni tampoco fijas.