“Mirar con el corazón en los ojos”. Esto que leí alguna vez en palabras de Ana García Orsi es lo primero que pienso cuando me propongo contar la mirada de Kate Evans sobre Rosa Luxemburgo en La Rosa Roja. También así, con el corazón en los ojos, nos invita a leerla. Leer, mirar y más, porque se trata de una biografía gráfica que excede el formato del cómic: La Rosa Roja, al menos en su edición en español, es un dispositivo sinestésico construido al margen de toda tecnología 4D; por el contrario, configurado con recursos si se quiere artesanales, predigitales y algunos hasta casuales. Un cuerpo poético por donde se lo mire, hasta desde antes de comprarlo, cuando preguntamos cuánto sale y nos dicen 500 pé. Ahí ya empezamos a querer esta obra. Luego sus hojas, la textura rústica y áspera que huele a manifiesto, a tinta fresca, nos sitúan junto a Rosa, en la barricada.