La tesis que defendemos es que la relación incontestable que se ha establecido entre el ejercicio físico y la salud constituye uno de los exponentes de la colonización normalizadora a la que las sociedades de consumo -los sistemas sociopolíticos herederos del capitalismo decimonónico- someten a los individuos a través de los innúmeros aparatos ideológicos y políticos de control de los que están dotados. En este caso, la colonización normalizadora biologicista por intermedio de la inculcación de las formas de socialidad médicamente controladas y deportivamente orientadas: es decir, la medica-lización y la deportivización de las relaciones sociales y de la cultura. Para ello partimos del análisis foucaultiano a propósito del proceso de construcción del saber y del hacer de la medicina en las sociedades modernas y, según el cual, esta sería, más que una ciencia natural, una ciencia política en la medida en que a través de sus prácticas se ha ocupado en resolver técnica o científicamente un problema político estableciendo, entre otras cosas, una presencia generalizada de médicos en el espacio social, cuyas miradas cruzadas forman una red y ejercen en todo lugar y en todo tiempo una vigilancia constante, móvil y diferenciada