Resultó muy complejo el ejercicio de adentrarnos en un pasado lingüístico y cultural heredado para buscar los nexos con nuestro presente, pero a su vez analizar los signos de diferenciación y autoafirmación de nuestro discurso. Esa práctica a su vez resultó un aliciente para debatir con colegas de nuestro país y del resto del mundo que contribuyeron a darle forma a este pensamiento des-centrado que paralelamente se estaba desarrollando en otros ámbitos académicos.
En el año 2000 Olivar surgía como la consecuencia natural de esta discusión ingente. En su presentación definíamos a la revista como un medio de expresión y un foro de debate que abría sus puertas desde el ámbito académico para integrar voces de otros espacios concretos y simbólicos. Hoy releo en esos principios fundacionales la imperiosa necesidad que teníamos de elevar nuevas voces que dieran cuenta de la existencia de un Hispanismo poligenético que no solo se remontaba a sus orígenes europeos decimonónicos sino que llegaba a los confines australes de América, atravesado por los avatares culturales, sociales y políticos del siglo xx.