Hacia fines del siglo XIX un estilo peculiar de actuar y de pensar impregna profundamente los usos colectivos y ia mentalidad de ias clases dirigentes argentinas. Los hombres del ’80 se sienten llamados a retomar y ejecutar el programa de civilización y de progreso propuesto por los románticos; en su actitud confluyen las ideas de Alberdi y Sarmiento, pero también, el espíritu y la cultura francesa de dilatada presencia en el proceso de formación de la cultura nacional. En la incipiente novela argentina, emerge el deseo de perfilar e interpretar la realidad desde la perspectiva del realismo y particularmente del naturalismo que, a diferencia del romanticismo, difundido tras larga prédica,... se manifestó en nuestro país como una epidemia, de manera violenta y casi simultáneamente con su aparición en Francia.