El trabajo de Lanz consiste en analizar el desarrollo de un proceso poético de profunda transformación, cuyo punto de partida temporal estaría dado, en líneas generales, por la muerte de Francisco Franco. Sin embargo, tras la primera parte del libro, que constituye una detenida delimitación histórica y socio-cultural de la nueva promoción poética surgida tras la desaparición física del dictador español, Lanz observa la complejidad de toda acotación temporal y se nos presentan diversas instancias dedicadas a la periodización respecto de los cambios de la producción poética a lo largo de sub-períodos iniciados con anterioridad, que cuestionan cualquier atisbo de fechación rígida. En la segunda parte del libro, que contiene dos capítulos dedicados concretamente a la periodización de la producción poética a lo largo del proceso histórico que se contempla, se sistematizan –a los efectos del análisis– las siguientes acotaciones epocales: 1973-1984 y 1985-1997. Cabe destacar que se toma como inicio el año del asesinato de Carrero Blanco y no el de la muerte de Franco. Este dato viene a cuento porque la labilidad de algunos patrones cronológicos no evidencia una falta de precisión sino una reflexión permanente acerca de las particularidades que entrañan.