El actual es un mundo más poblado y más conectado. Por las tendencias que se observan son rasgos que tenderán a acentuarse en las próximas décadas. En un mundo con estas características la Argentina puede, si se lo propone, desarrollar relaciones comerciales normales y eventualmente intensas con todos los países, especialmente aquellos con los cuales se comparten intereses concretos. Pero se trata de una estrategia que implicaría consolidar la relación estrecha preferencial que el país ha pactado en 1991 con sus socios del Mercosur, a partir del acuerdo que pocos años antes habían celebrado entre la Argentina y el Brasil, los Presidentes Raúl Alfonsín y José Sarney.
Pero una estrategia de inserción activa en todos los ámbitos del sistema comercial internacional como la que podrían desarrollar, si se lo proponen, tanto la Argentina como el Mercosur y los países latinoamericanos que compartieran tal enfoque, requiere tener un diagnóstico permanentemente actualizado de los factores que permiten anticipar cambios significativos, tanto en el plano global como en los múltiples y diversos planos regionales. Requiere, en especial, de una eficaz organización en el plano gubernamental y en el de la sociedad en su conjunto, así como también de una activa política de cooperación con otras naciones y, por cierto, no solo las de la región latinoamericana.