Desde los comienzos de la colonización ibérica en América, el Río de la Plata fue motivo de interés para la corona portuguesa. ¿A qué se debió ello? En gran medida, la consecuencia de no haberse puesto de acuerdo españoles y portugueses para trazar en América la línea demarcatoria de sus límites, prefijados por el Tratado de Tordesillas en 1494, convirtió al Río de la Plata en una región polémica y disputable entre ambos reinos que buscaban como objetivo el establecerse en sus márgenes. La unificación de España y Portugal durante el período filipino incentivó la navegación portuguesa al Río de la Plata, lo mismo que la fundación de la Colonia del Sacramento -en 1680, por Manuel Lobo, sobre la margen septentrional del río- y la misma cesó al pasar, definitivamente en 1777, la Colonia al dominio español.