¿Será audacia imperdonable en mí ver en la empresa americana una prolongación de la Edad Media, una proyección del medievo hispano en el espacio y en el tiempo y una reafirmación de las rutas medievales de España? No he consagrado mi vida al estudio del pretérito de nuestra acción aquende el mar. Mis palabras son las de un medievista que con gesto a un tiempo osado y tímido se lanza en ocasiones a la aventura de la hipótesis, de un medievista que siente a veces gozo al saltar por las bardas del huerto que labra con amor. Que nadie vea, pues, en ellas una orgullosa teoría sino una modesta interrogante.