Una de las características más distintivas de Argentina en las últimas décadas ha sido la desigualdad. Un rápido repaso de los titulares de los diarios bastaría para corroborar la enorme brecha que existe entre los que más y menos tienen. Esta constatación, evidente a simple vista, ha despertado una duradera atención académica. Desde diferentes ángulos se ha pretendido estudiar un problema que nuestro país comparte con el resto de Latinoamérica. Los trabajos dedicados a desentrañar las complejas relaciones entre crecimiento económico y distribución de la riqueza han presentado, sin embargo, un problema fundamental. Salvo casos puntuales, estos estudios tuvieron a la segunda posguerra como escenario privilegiado. El siglo XIX nunca perdió, por lo menos en esta área específica, esa apariencia de terra incognita. El texto que presentan Jorge Gelman y Daniel Santilli, tercera entrega de la Historia del Capitalismo Agrario Pampeano, trata de saldar esa deuda.