Míguez resume en el título lo que será el objetivo principal del libro: mostrar cómo otros “ojos” contemporáneos, múltiples y no siempre convergentes, concibieron al mundo en el que interactuó un sujeto social, el gaucho , erigido en la figura de Fierro. En efecto, en esta obra ya no se pone en duda su propia existencia como hizo tiempo atrás parte de la historiografía fundante de los nuevos estudios sobre historia agraria rioplatense, sino que el gaucho se instituye como el protagonista central, aunque no exclusivo, de la campaña regional del siglo XIX, pues también se ve acompañado por un mundo campesino e indígena cuyo dinamismo y complejidad internos eran insospechados hace unas décadas.