La presencia de la vastísima producción intelectual de Joaquín González; el reconocimiento que ha hecho la posteridad de su profunda sabiduría; el mérito de muchos de sus conceptos visionarios sobre la enseñanza, que se mantienen hoy vigentes; el aprecio de su agitada actividad política y su incansable laboriosidad en las importantes funciones que ocupó; toda esta consideración que hacemos frente al caudal torrentoso de su vida útil a la sociedad, aquilata aún más el sentido de esos momentos venturosos en que dejó volar el alma por el aire libre de sus más auténticos deseos; por sus montañas de La Rioja.