En este ensayo se observa el siguiente fenómeno de interés científico y práctico; una misma lluvia, por ejemplo, de 50 mm., que cae en el mes de noviembre, es muy favorable a los linos recién sembrados, resultando perjudicial a los linos que están a punto de ser cosechados.
Esta observación está de acuerdo a lo que han establecido los investigadores, entre ellos Azzi, quienes establecen que no se puede hablar a secas de las exigencias meteorológicas de un vegetal; así no podemos decir: «el trigo necesita lluvias abundantes». Cuando se habla de las exigencias meteorológicas de un vegetal es imprescindible especificar el estado vegetativo del cultivo, pues ellas varían notablemente de un momento a otro del ciclo; para el trigo, Azzi ha encontrado que la planta requiere lluvias abundantes durante el mes que precede a la espigazón; una vez que la espiga comienza a madurar los granos, las lluvias abundantes, por el contrarío, resultan perjudiciales.