La oportunidad de mi permanencia, durante 19 días en una Fazenda de Minas Geraes —Brasil— propiedad del distinguió Ingeniero Dr. Joáo Teixeira Soares, donde desempeñaba una comisión especial, confiada por el Gobierno de la Unión, para dilucidar un problema que mantenía desde largo tiempo preocupado al Ministerio de Agricultura, Industria y Comercio, por causa de una enfermedad, que atacando a la especie equina, se oponía a la cría de pura sangre, una de las explotaciones a que se dedica ese establecimiento ocasionando la pérdida de ingentes capitales, dado el tezón con que persigue tal fin ese pioneer entusiasta, para lograr un tipo de carrera Nacional; me brindó, la ocasión de conocer al Bicho Berne.