Desde varios años atrás, me habían entregado una deformación producida en las hojas de la yerba mate (Ilex paraguariensis St. Hit). Esa deformación consiste en que las hojas sufren una detención en su desarrollo, se doblan con la nervadura mediana como eje, a la vez que cada semi-hoja se hincha más o menos, de lo que resulta una bolsita en donde se alojan una colonia de insectos.
Esas deformaciones vegetales provocadas por la acción de algún animal (generalmente insectos) se han llamado agallas.
El estudio de las agallas es sumamente interesante, pero tiene una dificultad muchas veces imposible de resolverse porque hay que conseguirías en el momento propicio: cuando los insectos perfectos están por evadirse de las agallas. Si se las recoge antes del tiempo, los insectos que albergan no llegan a metamorfosear, muriéndose en estado larval o ninfal. Si se las recoge después de ese momento, los insectos perfectos se han evadido y no se los puede por tanto estudiar. Hay que obtener las agallas en los ocho días, cuanto más en los quince, anteriores al desarrollo completo de los insectos que se encuentran en ellas.
A eso responde que desde varios años conociera la agalla foliar de la yerba mate, pero nunca había obtenido el animal que la provoca.
Sólo este año, gracias al señor don C. H. Benson, en Concepción de la Sierra de Misiones, he podido por fin dar con el Psyllidae productor de dichas agallas. Reciba aquí el señor Benson mis mejores agradecimientos.