La horticultura, más que ninguna otra rama de la ciencia agrícola, es la que por su sistema de producción intensiva y por la sucesión de cultivos en un mismo suelo, la primera llamada a sentir los efectos del agotamiento de los principios fertilizantes y la primera por consiguiente en someterse a la ley inexorable de la restitución agrícola.
Los ensayos realizados por nosotros, de cuyo desarrollo damos un minucioso detalle a continuación, han sido conducidos precisamente en este orden de ideas, habiendo tenido por efecto la aplicación en el cultivo de las hortalizas, de los abonos minerales y orgánicos de uso mas frecuente, a fin de deducir a la par que las influencias diversas en el desarrollo de dichos vegetales, el valor económico que resulta de tal aplicación.
Las conclusiones a que se llegan teniendo en cuenta los resultados de estos primeros ensayos, son de todo punto de vista interesantes, y sin pretender haber llegado a la resolución de este problema que conceptuamos de alta importancia, ellas dan una idea de todo lo que se puede aún hacer y lo que se debe esperar de nuestros suelos.