El tema de la corrupción en el periodismo, como en otros sectores de la vida nacional, es demasiado importante como para ser ocultado debajo de la alfombra. Los periodistas institucionales deben tener bien en cuenta esta situación. Y deberán oponerse a las propuestas de los pícaros que Intentan reemplazar una buena gestión con el "arreglo" con un grupo de medios o de periodistas.