Una nueva forma de resistir, de imponerse, de reivindicar una forma de vida y, a la vez, divertirse. Una nueva "mutación" de la cultura juvenil urbana que le da un único sentido a dos historias tan diferentes como el rock y la cumbia. Un movimiento que levanta las banderas del rock and roll como sinónimo de rebeldía, y usa a la cumbia villera para decirle a todo el mundo que se pude ser de un barrio pobre y estar orgulloso, para "putear" a la policía y que nadie les diga nada, y para gritar bien fuerte que es muy difícil sobrevivir pero que están dispuestos a dejar todo en el intento.