Los términos de la relación entre las sociedades campesinas y la política constituyen el tema central de este artículo. Apresurémonos a aclarar que esta relación implica otros factores que componen el marco constitutivo que posibilita la vinculación entre el mundo campesino y la política: por un lado, la articulación de las comunidades rurales con sistemas sociales más amplios; por el otro, las prácticas ideológicas de los campesinos en relación con un imaginario social colectivo definido desde la estructura de la sociedad global en la que ellos se incluyen. A partir de esto último resultará importante poder precisar si esas prácticas ideológicas constituyen una verdadera cultura popular, y si dicha cultura puede ser algo subalterno o alternativo dentro del sistema de lugares en el que se encuentra emplazada.