En el año 1947, en Juárez —provincia de Buenos Aires— muere un hombre de campo, un habitante del 'piso verde del mundo”, de las llanuras bonaerenses. En su biografía, que bien puede ser la de cualquier otro hombre de la provincia, sólo hay hechos comunes; todo lo suyo es muy común, hay un incesante repetirse de circunstancias y lugares: desarrolló su vida en el radio de dos o tres localidades, fue peón de estancia y soldado de la Guardia Nacional en la Comandancia Militar de San Vicente. Se llamó Daniel Eulogio Hudson, fue sobrino de Guillermo Enrique Hudson; su apellido —a todos nos es dado al nacer— lo rescató para nosotros. Había vivido setenta y ocho años.