A raíz del sacrificio del ex gobernador Dorrego, llegó a Buenos Aires la segunda división dél ejército nacional en la guerra del Brasil, que comandaba en jefe el general don José María Paz. Su presencia en la capital respondía a una orden «del gobierno que había reemplazado al del señor Dorrego». A la llegada del general Paz fué éste objeto de una entusiasta recepción, y luego de un banquete presidido por el doctor Carril y al que concurrieron, según El Tiempo, más de sesenta comensales entre los que se encontraban las personalidades más destacadas del ejército y del mundo político. Los brindis que se pronunciaron fueron la expresión del franco propósito de solidaridad del ejército y el nuevo gobierno en favor de la organización nacional.