Los beneficios de las herramientas de videoconferencia superan con creces sus desventajas en el contexto generado por la pandemia de Covid-19. Sin embargo, creemos que no podemos ignorar las consecuencias negativas que acarrean. Creemos que discutirlas con los alumnos y propiciar pausas activas puede ayudar a morigerarlas. La llamada “fatiga por Zoom” (Sklar, 2021) es inevitable en los tiempos que corren y la sufren sobre todo nuestros alumnos de los talleres de adultos mayores al sumárseles el estrés de saberse grupo de riesgo y de estar aprendiendo una segunda lengua después de haberlo intentado varias veces en algunos casos. Creemos que esta conversación puede evitar que sientan que es algo que les pasa solo a ellos a nivel individual, que se debe a su edad o a su manejo limitado de la tecnología, y, a su vez, ayudarlos a paliar la frustración de no poder recordar las palabras recién aprendidas al no contar con el lenguaje no verbal que las acompañaría en otro contexto, y el malestar físico que les pueda generar la sesión en sí. Proponemos además actividades para hacer durante la clase y durante el recreo que les permitan revertir ese efecto sin dejar de aprender. Para ello, nos inspiramos en el método de respuesta física total y proponemos con nuestro humilde experimento sumar uno más a los 21 propuestos en el trabajo seminal de Asher (1969).