Los personajes de En busca del tiempo perdido transitan la novela como presencias intermitentes, a distancias variables y en circunstancias diversas. A veces son sombras o elementos menores de un paisaje social que más tarde encontramos en un lugar central, para luego esfumarse nuevamente. Proust observa a los personajes como siluetas frente al mar, como figuras en el fondo de una calle o, disecciona el más leve matiz de sus gestos, las imperceptibles inflexiones de la voz o de sus miradas. De modo que en la novela, la construcción de personajes es un procedimiento que requiere de tiempo y memoria. Porque si “el rostro humano es realmente como el de un dios de la teogonía oriental: todo un racimo de caras yuxtapuestas en distintos planos y que no se ven al mismo tiempo” (Proust, 1993a: 556), esto se debe a que no permanece siempre, por decirlo así, el mismo encuadre: la variación de la lente nos da una visión que difiere hasta tal punto de las demás que resulta imposible componer una imagen única que sintetice a todas.
Puesto que la narración no avanza hacia la revelación de algún sentido o verdad última, al final encontramos que los diversos mundos novelescos se evaporan y no hay certezas sobre nada. Por tal motivo podría decirse que todos los personajes cumplen un ciclo descendente, cada uno recorre un camino propio, donde pueden leerse los fracasos amorosos, la violencia y humillación padecida o ejercida en el mundo social, la pérdida de las ilusiones. En ese marco el barón de Charlus puede tomarse como un cristal o un hilo de lectura privilegiado porque, alternativamente como fondo o como figura, recorre toda la novela. Las sucesivas capas del personaje permiten constatar el perspectivismo narrativo, la concepción del mundo social como caleidoscopio, y un profundo escepticismo. En él se encuentran una de las patologías detenidamente descrita en la trama: la mentira hacia los otros y hacia a sí mismo. Estas visiones ilusorias que Marx en el plano social llamó ideología, en Proust resultan analizadas en sus variaciones, particularmente en el plano individual.