Durante el siglo XVIII y especialmente el XIX, la región pampeana fue recorrida por numerosos viajeros que dejaron testimonio de lo que observaban, incluyendo las características climático-ambientales. En la mayoría de los casos, sino en todos, se hace referencia al aspecto árido o semiárido de la comarca. Carlos Antonio Moncaut produjo un resumen documentado sobre las observaciones de los viajeros en su obra Inundaciones y sequías con raíces añejas en la Pampa Bonaerense 1576-2001, publicada en 2001 (véase también Deschamps et al., 2003 y la bibliografía allí citada). Uno de estos ilustres viajeros fue el naturalista inglés Charles Robert Darwin (1809-1882), quien dejó un vívido testimonio de la sequía que afectó a gran parte del territorio argentino entre los años 1827 a 1832. A esta descripción nos referiremos especialmente en el presente artículo, mencionando asimismo los comentarios de otros viajeros aproximadamente contemporáneos al viaje de Darwin y las evidencias recientemente rescatadas de los sedimentos.