El Pacto de Familia del 11 de noviembre de 1859 fue una honorable transacción destinada a resolver el problema de la incorporación de Buenos Aires a la Confederación. Fue una fórmula de paz proclamada en medio de la guerra y trajo por consecuencia lógica entre los porteños, un estado colectivo de desorientación hasta que serenados los ánimos pudieron adaptarse a la nueva situación creada, que implicaba el repudio de la fuerza y el afianzamiento de las normas del derecho.