Sambuarí es el primer trabajo discográfico del grupo musical que lleva el mismo nombre. La potencia de este material es múltiple, pero radica en un elemento fundamental: el arreglo preciso y cuidado, desarrollado a partir del concepto de contrapunto rítmico, propio de la música de tambores. Tanto en las dos composiciones propias de la banda, «Piel de tambor y Iemanja», como en las dos versiones, «Oxossi y Canto de Ossanha», la complejidad textural y formal da cuenta del trabajo del arreglo como proceso ligado a la composición y no sólo a la interpretación.