El problema del valor y la utilidad de la filosofia, de su función para la vida humana individual e histórica reconoce dos aspectos definitorios: uno objetivo y otro subjetivo. Desde un punto de vista objetivo, plantea cual es la incidencia efectiva de la filosofia en la vida personal y colectiva, su vigencia y repercusión tanto en el devenir de la existencia como en el curso de la historia. ¿Gravita positivamente el saber filoséfico en la realidad humana orientandola en sus miultiples desarrollos, o adviene siempre, como saber crepuscular, a posteriori de toda realizacion y decisión y sólo se limita a comprender lo que ha sido, sin posibilidad alguna de dirigir o determinar al hombre? Desde el punto de vista subjetivo, en cambio, el problema consiste en inquirir sobre el grado de veracidad de las distintas doctrinas filosóficas para quienes las han elaborado, y también sobre el grado de prestigio que la filosofia tiene o conserva en la conciencia publica. ¿No forjan a menudo los sistemas ideas inasimilables para la vida histórica y mundana y que hasta llegan a negar a éstas todo valor y autenticidad? Y por otra parte, ¿no somos a veces llevados por un riguroso artificio, por una Iógica inexorable, casi matematica, a resultados y formulas a las cuales nuestro Espiritu no presta solidaridad, ni siquiera aquiescencia?