En este manifiesto de 80 consignas Teresa Avedoy desestabiliza la noción actual de biblioteca pública. Alejándose de eslóganes y discursos perimidos (la biblioteca como lugar de conocimiento, de acceso, de resguardo, de cultura…) e invitando a repensar las “frases hechas”, plantea una tensión entre los discursos sobre la biblioteca pública y las vivencias de los individuos que la habitan. (Párrafo extraído del texto a modo de resumen)