La intención de este trabajo es repensar la obra de Daniel Fitte, quien toma los objetos usados de su hábitat y, a partir de la lectura del propio contexto, los transforma en objetos artísticos para visibilizar lo invisible.
De este modo, se establecerá una dialéctica entre espacio topográfico y espacio social, que son los que conforman la identidad de la población, que se erige, inconscientemente, como el alter ego de la memoria colectiva.
Daniel Fitte es considerado, por reconocidos actores culturales, como uno de los artistas conceptuales más importantes de la contemporaneidad latinoamericana.