La inversión ha venido creciendo sostenidamente durante la post convertibilidad y la actividad económica ha superado el temido cuello de botella del agotamiento del uso de la capacidad instalada. La inversión total superó desde el tercer trimestre de 2005 el record alcanzado durante los noventa y en el tercer trimestre de 2006 había dejado atrás dicha marca por más de un 20%. Evidentemente, quienes sostenían la hipótesis de un clima anti-inversión han errado su pronóstico.