Lo primero que hay que entender antes de hablar de la reciente crisis de deuda en Europa es que la misma es consecuencia del agotamiento de un proceso de crecimiento iniciado hace 30 años que estuvo motorizado por la valorización financiera y una demanda cubierta principalmente a través del endeudamiento. Es necesario aclarar, también, que no es casual que ésta crisis se haya desarrollado más vigorosamente en Europa, y esto se debe a que al inicio de la Unión Monetaria del Euro las asimetrías entre los países periféricos y el núcleo duro (Alemania y Francia) aumentaron las diferencias de productividad entre países e impulsaron un crecimiento y desarrollo desigual entre las economías fuertes en detrimento de las economías más débiles, generando en estos últimos un elevado nivel de endeudamiento de las familias y de lo Estados. Entendido esto, podemos analizar cómo llegamos a la actual crisis de deuda soberana de Europa y, a su vez, las consecuencias que los planes de ajuste neoliberales para salir de ella trajeron a la sociedad.