A fines de 2006, un conjunto de economistas pertenecientes a distintos ámbitos confluimos en el CIEPYC con el fin de aportar al debate sobre los condicionantes y desafíos que enfrentaba un país que comenzaba a salir de una de las mayores crisis de su historia. Luego de varias reuniones coincidimos que era necesario estudiar este proceso desde una perspectiva desprejuiciada y rigurosa que se permitiera cuestionar las ideas recibidas y los lugares comunes del análisis ortodoxo dominante. Percibíamos que las visiones a priori de la ortodoxia económica y sus transmisores masivos (los medios de comunicación concentrados) impedían estudiar los cambios que se estaban manifestando en las formas institucionales de un régimen de acumulación emergente.