Como docentes inmersos en la sociedad actual, debemos abogar por la implementación de las redes sociales para construir verdaderas comunidades de aprendizaje. Apostar por las redes docentes que permiten, a través de sus mecanismos de divulgación, acercar la ciencia al aula y posibilitar no sólo el crecimiento de sus alumnos, sino el propio, tanto en lo personal como profesional. El compartir preguntas, dudas, reflexiones y llevar adelante enlaces con otros colegas nos permite reconocer distintas miradas y enriquecernos con los aportes y experiencias del otro.
Contemplando lo antedicho, quiero destacar mi propia vivencia. Hace poco más de cuatro años formo parte de muchas de las comunidades virtuales para docentes que posee la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).
Cuando se ingresa al espacio de publicación web de cualquiera de las comunidades citadas, se abre un abanico de posibilidades de crecimiento que contempla varios aspectos, desde el personal hasta el profesional.