Los interesantes descubrimientos hechos en la caverna Eberhardt de Última Esperanza y en las pequeñas cavernas próximas á ella, que han sido descriptos en esta Revista, estaban hasta la fecha completamente aislados: no se sabía si tenían relación con otras cavernas análogas, ni se conocía nada en cuanto á la distribución geográfica de la cultura tan primitiva del troglodita prehistórico de la Patagonia austral. Pero los objetos encontrados por el señor Hauthal, en una de las cuevas de los alrededores de Markatsh Aiken, nos dan algunos indicios al respecto, y, aunque son pocos, ya pueden dilucidar algo más el secreto que nos ocultan los tiempos remotos del continente sud-americano. Por su carácter y el estado de conservación, resultan ser de la misma época que los de la caverna Eberhardt y pertenecer á la misma población indígena. Debo los datos siguientes al señor Hauthal que exploró la caverna en Mayo de 1900, entregando los objetos allí recolectados á la sección antropológica del Museo de La Plata.