La revista Intercambios, valiéndose como vocera de la doctora Iris Edith La Salvia, me brinda la posibilidad que agradezco de compartir con ustedes algunas reflexiones sobre el instituto de la Mediación.
Me propongo hacerlo desde aspectos que no siempre se disciernen, en pos de las bondades del instituto como servicio a nuestros semejantes.