Este trabajo es un mero ejercicio que nos hemos propuesto para mostrar el acercamiento práctico entre la Ciencia Física y los sistemas jurídicos. Acercamiento para nosotros indispensable para abordar -disuadiendo y/o reprimiendo- problemáticas tan complejas como -por caso- el Medio Ambiente.
La Ciencia Física posibilita desde operar un PC hasta diseñar naves espaciales, pues en la actualidad, las líneas de investigación más desarrolladas son la medición de la resistencia de los materiales, elaboración de rayos LASER, energía nuclear, física de la información y una vertiente que apunta al diseño de nuevas computadoras.
Desde estos puntos de vista la relación que proponemos resulta -a nuestro juicio- idónea.
Es que nadie como un físico conoce como se degrada la materia. La complejidad de los estudios sobre el daño ambiental y cómo limitarlo, impide analizarlo desde una única concepción, esto es, sin relacionar su contenido con diferentes ciencias que permitan dilucidar que es lo conveniente para cada región, para cada país -en definitiva- para los habitantes del planeta.
El agujero en la capa de ozono, el calentamiento global, los desechos industriales y nucleares, la polución atmosférica, el abuso de la naturaleza, etc., hacen imprescindible formular categorías jurídicas en pos de soluciones más o menos eficaces.