El crecimiento de la actividad aeronáutica a nivel mundial provoca un directo aumento en los niveles de demanda aeroportuaria. Según datos publicados en la página oficial de la OACI, en 2018 el número total de pasajeros trasportados en servicios regulares aumentó 6.4% respecto del año anterior ascendiendo a 4.300 millones.
Siendo la actividad aeronáutica el modo de transporte que presenta mayor crecimiento a nivel global, es necesario acciones que permitan impulsar soluciones para lograr- una sostenibilidad de la actividad acorde a los requerimientos internacionales.
Los tipos de impacto ambiental del transporte aéreo se pueden clasificar como de efecto local (ruido, contaminación de aire local, uso de espacio), o de efecto global (consumo de materiales no renovables, aportación al cambio climático). La gestión del impacto ambiental comprende, además de medidas de reducción técnicas, diversas posibilidades económicas, que utilizan mecanismos de mercado, tales como acuerdos voluntarios entre administración, operadores y consumidores, o cualquier combinación de ellos, impuestos y tasas, comercio de emisiones).
La contaminación de aire local en un aeropuerto se debe a diversas fuentes como lo son las operaciones de las propias aeronaves, los GAVs (vehículos de acceso al aeropuerto), fuentes estacionarias y los vehículos de asistencia a la aeronave (Ground Support Equipment- GSE). Las emisiones de estos últimos se caracterizan según la circulación en la plataforma y el servicio propio que brindan a las aeronaves.
Tal como afirma la Airport Cooperative Research Program, la mayoría de los GSE suelen estar asociados con el servicio de la aeronave durante el proceso de cambio del aeropuerto que consiste en las operaciones en tierra que se realizan desde el momento en que los bloques de goma (calzos) se colocan delante de las ruedas de la aeronave hasta el momento en que se retiran los bloques. Durante este período, hay una serie de tareas que se realizan, incluyendo la carga y descarga de pasajeros y equipaje, limpieza y mantenimiento de aeronaves, reabastecimiento y reposición de provisiones, y otros servicios similares. Otras funciones de los GSE refieren al servicio y mantenimiento de la infraestructura del lado aéreo y del aeródromo.
Por su parte, en el reporte de la ACRP, se menciona que el deseo de ser ambientalmente responsables ha resultado en un número creciente de programas aeroportuarios en todo Estados Unidos que buscan evaluar y reducir las emisiones aeroportuarias. Aunque a nivel bibliográfico el aporte gaseoso de las aeronaves se encuentra ampliamente investigado, los desarrollos para el caso de los vehículos de asistencia a la aeronave no lo son. Los datos disponibles son obsoletos, poco confiables y limitados. Tanto la Federal Aviation Administration como las concesiones de los aeropuertos necesitan datos precisos de los GSE (ídem al anterior) para planificar adecuadamente y equilibrar" las crecientes demandas de los viajes aéreos con las preocupaciones sobre la calidad del aire.
El objetivo del presente estudio es identificar y validar aquellos modelos que se asemejan a las mediciones tomadas en el Aeropuerto Jorge Newberry.